Ingeniería telemétrica aplicada a la sanidad

Las innovaciones tecnologías utilizadas en la Fórmula 1 se trasladan a los hospitales para aprovecharlas en beneficio de los pacientes. La aplicación de un sistema similar a la telemetría empleada en los circuitos va a contribuir a lograr una mejor supervisión de pacientes con enfermedades degenerativas o con problemas cognitivos de corazón.

La telemetría se aplica actualmente a la Fórmula 1 a través de una serie de sensores instalados en el monoplaza, que permiten medir diferentes parámetros para transmitirlos a los boxes de los equipos.

De esta forma, los ingenieros pueden comprobar en tiempo real el estado de cada coche para evitar posibles problemas.

Un proyecto de colaboración entre el Hospital de Birmingham (Reino Unido) y la Fórmula 1 ha permitido trasladar esta ingeniería hasta la unidad de cuidados intensivos pediátricos de ese centro médico. En él llevan ya cinco años trabajando con ingenieros con experiencia en las carreras para desarrollar un sistema de aviso precoz que permita detectar deterioros críticos en niños. Es una técnica similar a la empleada en los circuitos para mantener un control constante de la situación de cada coche.

Hasta el momento los expertos han logrado conectar 3.000 pacientes a sistemas telemétricos, a través de los cuales han obtenido datos precisos que les permitan desarrollar modelos más avanzados de predicción. El objetivo de todo ellos es evitar que deterioros precoces en las enfermedades de los niños tengan consecuencias graves que puedan poner en peligro sus vidas.

Este técnica, que se aplica a la F1 desde los años 90, supone un gran rayo de esperanza en el terreno sanitario. En los circuitos, este tipo de ingeniería es responsable, en buena parte, de que un vehículo funcione correctamente, que tome las curvas como está diseñado para hacerlo o que adquiera la velocidad programada. Y, sobre todo, es la tecnología idónea para detectar problemas en el coche. En definitiva, toda la información obtenida gracias a ella contribuye de forma importante a que el monoplazo adquiera la máxima clasificación en cada prueba.

Con su aplicación al terreno médico se espera conseguir que los médicos, al igual que los ingenieros de la F1, obtengan en tiempo real una información completa de todos los parámetros que necesitan analizar en cada momento para poder poner solución de forma rápida y eficaz a cada complicación que se pueda presentar.